El pasado 26 de Marzo se celebró una vez más “La Hora del Planeta”, un evento promocionado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en el que se pide que hogares y empresas apaguen sus luces y electrodomésticos durante una hora para alertar contra las consecuencias del cambio climático y contribuir con la vida de nuestro planeta. Este evento se llevó a cabo por primera vez en Australia un 31 de Marzo del 2007 y desde ese año se celebra cada último sábado de Marzo.
Cada año se acrecienta la participación de los países alrededor del mundo y también el número de familias dispuestas a unirse a esta causa para darle un respiro a la tierra. La Hora del Planeta empezó en las islas Chatman (Nueva Zelanda) y culminó en las islas Cook, después de pasar por todos los husos horarios. En esta última edición, Canadá fue el primer país con 422 ciudades inscritas, siguiéndole España con 250 y Bélgica con 200 ciudades. En total, fueron 135 los países y territorios que confirmaron oficialmente su participación, con 4.500 ciudades a lo largo de los siete continentes y el Perú no fue la excepción.
En nuestro país participaron entidades estatales y gobiernos regionales y municipales del interior del país.
El palacio de gobierno apagó sus luces y el presidente García salió de palacio portando una vela. Mientras que la alcadesa de Lima, Susana Villarán, apagó un simbólico switch en la capital peruana para dar inicio al acto.
Sin embargo, en la ciudad de Trujillo no hubo la participación que se esperaba de las empresas privadas como los moles y centros comerciales, los que dejaron muy en claro que no les preocupa el cuidado del planeta y que la “responsabilidad social” de la que se habla no parece ser más que un tema de marketing. Una actitud contradictoria, si tomamos en cuenta que, por ejemplo, el Real Plaza, colocó un afiche con el ya conocido eslogan “apaga la luz, ilumina el futuro”, incentivando a la gente a participar en este apagón voluntario. Queda claro que hay mucho camino por recorrer entre las palabras y la acción concreta en la lucha contra el cambio climático en nuestro país.
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